sábado, 23 de abril de 2011

Sevilla, sin Madrugada por primera vez desde hace 78 años

Sevilla sin Madrugada. La noche más esperada se convirtió en la noche más triste. Una tras otra, todas las cofradías fueron decidiendo no salir

Desde 1933, en plena II República, Sevilla no se encontraba sin Madrugada. Ese año sólo salió La Estrella. Más aún, la Esperanza de Triana no se quedaba sin salir por lluvia desde 1847. Desde entonces se había mojado y había dejado de salir por motivos diversos, pero no por causas meteorológicas. Esta vez no hubo solución.
 
La Macarena, en el interior de su Basílica./EFE
En el primer cuarto de hora del Viernes Santo, Silencio, Gran Poder y Macarena decidieron no realizar su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral habida cuenta de los partes meteorológicos adversos y de las lluvias intermitentes que habían caído sobre Sevilla desde el mediodía del Jueves Santo y que seguían apuntando a más de un 70 por ciento de riesgo de agua. El Silencio hizo saber su decisión casi una hora antes de tener que poner la cruz en la calle. Al poco La Macarena desistió y en unos minutos el Gran Poder, adelantando también su dictamen, dejaba el panorama bastante gris para la noche.
Los partes de la Agencia Estatal de Meteorología proporcionados por el Cecop pasada la media noche hicieron decantar la balanza hacia la no salida de las primeras hermandades de la madrugada.
La Esperanza de Triana fue la cuarta en decidir no salir. Un emocionado Adolfo Vela, hermano mayor, se dirigió a sus hermanos para contar que habían esperado pero que el tiempo en vez de mejorar iba a peor. "El tiempo empeora. El frente nos coge de lleno. Viene más agua...", explicó Vela, quien apenas confiaba en un claro hasta las seis de la mañana que poco después quedó despedazado por un intenso chaparrón. Desde 1847 no se quedaba dentro la hermandad de la Esperanza de Triana por lluvia.
La quinta hermandad en dar a conocer su decisión de no salir fue Los Gitanos, que bajo una lluvia incesante e incluso con truenos ha tenido fácil tomar una decisión tan díficil como no salir en estación de penitencia. "Está diluviando... Lo siento", apenas acertó a decir un emocionado José Moreno Vega, hermano mayor de la cofradía, que recibió una cariñosa ovación. Minutos después, la carpa donde se organizaban algunos tramos de nazarenos se inundó y se les dio cobijo en el santuario, suspendiendo el acto previsto en sustitución de la salida penitencial.
La última en decidir no salir ha sido el Calvario, que ha formado la cofradía aunque ya tenía claro que no la pondría en la calle.

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